Hace
sol, y no solo lluvia. No hay nada que mas pique en el cuerpo que la resaca de
tumbarse en el césped mojado. Y los labios secos, de no usarlos…
¿Dónde quedaron las cartas de
amor perfumadas? ¿Y las noches locas? ¿Y las balconadas? ¿La furia, y la ira,
desatadas? …
Vivir sin límites, los lunes
desnudos al sol, y los viernes jugando en tu habitación, que es mi playa.
Cantar cuando la luz salga, y seguir con la canción hasta que la luna muestre
su cara. Solo se contar hasta seis, y son las cuerdas de mi guitarra. Echarle
el lazo a mi ego, y subir colgado de él hasta el cielo. Y allí dormir en una
nube, o en dos. Dicen que el amor mata, pero todavía no he visto que alguien lo
comercialice. Porque es curioso que, todo lo que mata, se vende.
Los sabios no son más que
ciegos, que ven su oscuridad y no la tuya. Bizcos, que donde tú ves un “pero”
ellos ven un “por qué”. Mancos, que le echan el pulso a la vida siempre con la
misma mano. Cojos que andan siempre de puntillas. Maniquís, que ven la vida
pasar…
A dónde queremos llegar si
todavía no hemos embarcado. Dicen que el amor mata, pero lo que no mata
engorda, y comerte sería un pecado.