martes, 16 de octubre de 2012

"PARÍS ERA UNA FIESTA"



Mil cien días con alcohol; 
la sangre al galope por las venas;
el último trago, para ahogar las penas.
y el penúltimo para aliviar el dolor.

Mil cien días en la habitación; 
ya contábamos la copa novena;
los pares se convirtieron en docenas, 
y ya no se oía aquella canción. 

Mil cien horas de besarte en el cuello,
de mirar por la ventana una tarde de estas
y de no dejar de hacer aquello.

Mil cien abrazos, tímidos, en la siesta,
todos estábamos locos por el destello...
 ...y París era una fiesta. 


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