Un auditorio vacio, dos luces, encendidas al azar por un interruptor
escondido, iluminan la zona. Cierro los ojos, y un cosquilleo por mi
espina dorsal da lugar a una lágrima de nostalgia. Llevaba demasiado
tiempo callado y aguantando los golpes. Tocaba abrirse y explotar. Una
Fender yacía apoyada junto a unas baquetas. Supe qué arma escoger para
este duelo entre mi cabeza y mi corazón.
Las notas fueron precedidas por
los arpegios. Empezaba a temblar. Una melodia aprendida en casa
hacía más de un año de Guns N´ Roses fluia de mi cabeza a mis dedos.
Estaba sudando. Poco a poco mis dedos al compás de la canción se fueron
acelerando. De una patada encendí la distorsión para dejar que la rabia
sucumbiera a la melancolía. El escenario temblaba, y yo con él. Mis
tímpanos pedían un descanso pero mi corazón no estaba dispuesto a
dárselo. Empecé a gritar. Me dolían los dedos pero no pensaba parar.
Mis
emociones fluían concorde avanzaba la noche. Y tras la última nota
empecé a llorar. Llanto de desesperación, de rabia incontenible, de
deseos de destrucción y de consuelo. Mi cabeza temblaba. Dudaba que mis
oidos fueran a ser lo mismo después de aquello. Miré mis dedos, un
hilillo de sangre fluía por mi índice y pulgar. Tenía el pelo empapado
en sudor. Tras aquellos cerré los ojos, y caí rendido en un sueño que
duró más de 24 horas.
Luisja Naya @luisja_naya
Predicamos el amor con la melancolía que se merece. Directores del Blog: Alejandro Pérez Marcos (@biggeralex) Pablo Esteban Keogh (@Pablo_Keogh23) y Luisja Naya(@luisja_naya) "Solo encuentra quien busca, y en este mundo estamos para encontrarnos" Alejandro Pérez. "Cuando las tinieblas del odio se ciernen, tratamos de elevar el Sol y hacerlo brillar con la Palabra, pues como decía el poeta: Cuando nos quiten todo, siempre nos quedará la palabra" Pablo E Keogh
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