miércoles, 19 de diciembre de 2012

Soñé con ella y me levanté vacío

Soy de los que piensa mas de lo que escribe. Cuando me enfrento a un batallón de folios con, como única arma, un lápiz, maquino mil formas de acabar con ellos, aunque, normalmente, acaban todos hechos trizas en el fondo de metal de la papelera de mi cuarto.

Cuando escribo se forma una nube en mi cabeza. Las palabras se muerden las uñas y gritan: A mi! A mi! Ponme a mi ahí!
Al final, como con todo, acabo tachando.

Me es imposible escribir con lápiz y papel. Siempre que empiezo con una palabra acabo dibujando tu nombre en alguna esquina del folio. Otras veces empiezo directamente con tu nombre, y acabo dibujando palabras.

Llamarme loco, y decirme lo de que "las mejores personas lo están" que no me creo que los manicomios estén llenos de santos. Lo mío es una locura variante. Aumenta o disminuye según el momento. Llamarme entonces también bipolar. Ahora te sonrío mientras hace un minuto te estaba haciendo llorar. No te asustes, es para saber lo que de verdad te importo. Pero parece ser que no te importo demasiado, cuando solo me necesitas para ser tu mandado.

Dios, ¿dónde estás?, desde aquí te llamo. Creo que esta broma llamada mundo se te ha ido de las manos.

Alejandro Pérez

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