miércoles, 8 de agosto de 2012

"Hasta otra"


Y es en ese momento de tu vida, cuando al mirarte en el espejo sientes que ya nada será igual, que todo ha cambiado. Los pequeños detalles que antes nos hacían felices, se han esfumado, como todo, como nuestra relación, como mi ilusión. Y yo sigo aquí, esperándote, día a día, esperando que ese teléfono rojo suene, esperando que tu vuelvas a entrar, por esa puerta por la que un día saliste para siempre. Esperando.
Está claro que todo ha cambiado, sobre todo, yo. Ni nada será igual ni lo será nunca si tú no estas aquí a mi lado. Te necesito. Puedes echarme la culpa a mí de todo, decirme que nada hubiera pasado si yo hubiera estado ahí contigo cuando me necesitabas, y sé que ya no sirve de nada pedir perdón por el pasado, por lo que un día hice. Esto es lo último que escribo en esta vida que hoy termina, esta vida que ha servido para aprender de mis errores, pero sobre todo para levantarme siempre. Pero ya no puedo, esta vez no. Lo siento, esa es la palabra que tu tanto estuviste esperando, y que, tal vez por orgullo nunca conseguiste que pronunciara. Pues hoy, y aunque sea en esta carta que he dejado por debajo de tu puerta, te digo que lo siento, lo siento por haber sido tan idiota, por haber dejado escapar a lo que mas he querido en toda mi vida, con todo mi alma. LO SIENTO. Porque nunca es tarde, ¿sabes? Y una última cosa te quiero pedir, no pienses que esto es culpa tuya. Es mi culpa. Solo mía. Todo fue mi culpa. No te olvidaré nunca. Y qué decir de nuestros pequeños Jaime y Lucía, que les voy a echar de menos, que siempre cuidaré de ellos desde arriba y que les quiero mas que a mi vida, deja que se salgan con la suya de vez en cuando, arrópales y dales un beso todas las noches, te necesitan. Estoy segura de que tú podrás con todo. Hasta siempre mi amor.

Cristina Adán.

No hay comentarios:

Publicar un comentario