viernes, 3 de agosto de 2012

In Memoriam de Marco Simoncelli

La verdad es que aquella mañana amanecí bien. Me sentía en forma. Ningún dolor físico de los entrenamientos. estaba concentrado. Lo iba a hacer bien. Estaba seguro.
Me levanté y desayuné bien, un almuerzo completo y variado. Después me dirigí hacia el garaje y saludé a los miembros del equipo uno por uno. Como de costumbre, me asomé a la ventana, acordándome así del buen tiempo que hacía. Me entretuve más de lo normal hablando con el jefe de equipo, teníamos buena estrategia.

Salí a probar el motor. Di un par de vueltas. Ella marchaba perfectamente y me sentía a gusto con  la misma. Tenía en mente conseguir ésta. Ésta sería la mía: subiría al pódium y la levantaría eufórico, sonriente y empapado en champán, porque lo iba a hacer bien, estaba seguro.
3, 2, 1…
Hice una salida bastante buena, modestia aparte. No me puedo quejar, me situé en el pelotón que lideraba la carrera con Rossi, Elías y los demás.
Completé la primera vuelta sin noticias. La moto no me daba problemas, pero en la segunda vuelta, al tomar la segunda curva, la moto resbaló, no sé que pudo fallar, todo iba bien. No pensaba dejar ahí la carrera, intenté enderezar la moto, y en ese intento perdí el equilibrio, resbalé y caí al suelo. Me di cuenta de que iba a terminar mal en ese mismo instante. Cuando vi como Tony Elías me adelantaba por la izquierda y pasaba casi rozándome, me giré y sentí un dolor tremendo en el pecho, seguido de otro golpe un poco más arriba, no supe quien había sido, pero me di cuenta de que ya no llevaba el casco.
Fue en ese momento en el que vi a mi amigo y compañero Valentino acercarse volando cuando empecé a pensar, ¿ya está? ¿Esto es todo? ¿Aquí se acaba?
Un golpe seco, precedido de un grito de terror que nadie oyó puso fin a mis pensamientos, creo que todavía me duele un poco el cuello… Pero hazme un favor. Tú, que estás leyendo esto dile a mi familia que no llore, que no me dolió nada, que no sufran que yo estoy bien, he llegado bien y me han acogido con mucho cariño, esta es también mi familia ahora. Diles también que lo echaré de menos pero que no se preocupen. Cuando vengan me ocuparé de recibirlos yo mismo. Gracias amigo.

Mario Simoncelli, D.E.P. 24-X-2011
"Francisco Luque"

No hay comentarios:

Publicar un comentario