sábado, 7 de julio de 2012

El sueño de una noche de verano


Inmerso en mi lectura, comencé a imaginarme en aquel panorama de alta mar. Inmensas olas de un color azul golpeaban con gran estrépito la cubierta del barco dejando un rastro de espuma blanca. Me reflejaba en un espejo. Tenía una barba rubia y el pelo lacio peinado. Vestía una gorra de marinero, un jersey azul de lana y pantalones amarillos impermeables. Salí a la cubierta. Trataba de avanzar por aquel suelo de madera y resbaladizo, agarrándome como podía a la barandilla blanca.  Al llegar al botalón, conseguí asegurar el barco de posibles pequeños accidentes. Pero, de pronto, una gigantesca ola arrampló contra la goleta.

Estaba hundido en el agua. En el fondo del mar yacía mi pequeña goleta, Amélie. Tenía un cabo atado al tobillo, y no conseguía salir a la superficie. En aquel momento de nerviosismo y tensión, mi vida comenzó a pasárseme...
Mi infancia, comiendo un plato de pisto hecho por mi madre. Mis partidos de fútbol con los amigos. Mi adolescencia, el primer amor y su consiguiente beso apasionado. Finalmente, casándome con la mujer que amaba de verdad. Nuestra pequeña hija, Amélie. Sus primeros pasos, pidiéndome ayuda al caerse.
-Papá, Papá.
 De pronto, vuelvo a la vida. Pero, no tengo esperanzas, maldigo haber ido a pescar para conseguir un regalo para Amélie. Recuerdo otra vez su preciosa cara: pelirroja, ojos azules y con pecas infantiles.

Entonces comienzo a recordar una canción: Polichinelle. Desato presto el cabo de mi tobillo. Trato de ascender a la superficie. Al llegar a ella, me agarro al salvavidas, y respiro profundamente. Un degüello de sol ilumina el mar dándole un precioso color verde aceituna. Rememoro una frase de aquel escritor libanés: "Peu importe combien de temps la tempête, le soleil brille toujours à nouveau dans les nuages​​". "Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes". 

Me despierto y estoy en la playa, mi mujer a mi lado toma el sol luciendo sus preciosas formas femeninas. Ha sido todo un sueño, el sueño de una noche de verano.

Pablo Esteban Keogh




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