miércoles, 25 de julio de 2012

Querer más al mar que a sus olas

Todo claro al ver su mirada.
Sus dos ojos apoyados en la almohada.
Oír su voz. Tocar sus palabras.

Que te cambio la vida por un beso, que, sin besos, la vida no es nada.
Esos dos dedos que recorriendo mi nuca han echo estragos en las lineas de mi mente, me han alejado de toda cordura, y no me he asustado de lo que decía la gente. De los te quiero fugitivos y de los besos expresivos. De los paseos por la calle y de las vistas a la playa. De todo lo que te he querido en este tiempo. Porque la vida sin ti... 

No es nada.

Alejandro Pérez Marcos

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